sábado, 19 de marzo de 2016

Todo un SEÑOR

Querido blog,

Hoy te voy ha hablar de todo un SEÑOR. Uno de los mentores de mi existencia, un maestro de la vida, un mago de los colores y un profeta de las palabras. Hoy te voy ha hablar de Alejandro Brioso.

Brioso, como todo el mundo le conocía, era un visionario, que nos enseñaba nuestro mundo de otra forma. En sus colores vemos la vida gris como una tarde de lluvia, color de rosa como un dia de primavera, azul como la mar, dorado como un amanecer, o negro como.... 

Sus lienzos muestran la alegría, la tristeza, la valentía, el coraje, la lucha, el dolor y la melancolía... Ninguno deja indiferente a nadie. Su legado queda ahí, colgado en alguna pared y en el corazón de todos los que le conocieron.

Yo soy un privilegiado por haber compartido parte de su existencia. A mi, Brioso me enseñó la vida desde una caricatura, me enseñó a ver la sombra en las figuras y hacer una nube con agua sucia. Fui testigo de alguno de sus grandes secretos... todos ellos encerrados en un piso detenido en el tiempo de los años 60. Aprendí a ver las moralejas de sus poesías, a disfrutar de sus tarjejas de Navidad y a meditar sobre  sus pensamientos pegados en la pared de una cocina. Vi como evolucionaba, de lo real a lo irreal, de lo tradicional a lo abstracto, de lo objetivo a lo subjetivo. Le vi innovar, con arena, con latas de refresco y con el símbolo de la paz. 

Mi primer bourbon lo tome con él y, con él compartí una "pizca" más de tortilla de patatas y otra "tajada" de pan. Con él deguste caldos de vinos de principios del siglo pasado y participe en su nombramiento en la Cofradía de las sopas de ajo, con él compartí mantel y mesa dentro de una cuba de vino y, todo ello, siempre con una conversación inteligente. Todo un honor Maestro.

El se ha ido para hacer el largo viaje. Hoy no tengo ninguna duda. Se encuentre donde se encuentre estará coloreando su nuevo mundo, repartiendo sabiduría y conversando, como a él le gustaba, con mi madre y mi suegro.

Hasta que nos volvamos a ver MAESTRO.

Tu sobrino que TE QUIERE y un lector triste.