Querido Blog,
En este periodo de tiempo que no me he puesto en contacto contigo, han
acaecido noticias dignas de una breve (o no tan breve) reseña por mi parte. Desde
una canción que ha creado una nuevo baile, “el baile del caballo” (Gangnam Style), con más de 600 millones de visitas en youtube (¡Ahí es “na”!), hasta un tipo que se tiro en paracaídas desde
una altura de 39.068 metros y batió el record de caída libre al romper la
barrera del sonido, y todo eso sin romperse la crisma. Pero ninguna de ellas me
ha llamado tanto la atención como la que hoy te vengo a comentar y que ha
transcendido las fronteras de medio mundo.
Se trata de una subasta, pero no de una subasta cualquiera. En esta
ocasión no se ha ofrecido al mejor postor una joya única, o una obra pictórica magistral,
ni siquiera uno de esos pisos tan demandados procedentes de los embargos
bancarios, no. En esta ocasión, lo que se ha subastado, es nada más y nada
menos que, la virginidad una joven estudiante brasileña de 20 años, llamada
Catarini Migliorini. La subasta ha sido llevada a cabo on line, a través de la
página web virginswanted.com.au, y ha durado desde el
pasado 17 de Septiembre de 2012 hasta el 24 de Octubre de 2012. Junto a ella, un joven ruso de 21 años
llamado Alexander también ha participado subastando su, tan apreciada,
virginidad. No me negarás, querido blog, que en la época que vivimos, aguantar
21 años sin perder la virginidad, no es en sí mismo una noticia, capaz de
acaparar, más de una portada de revista.
Pero vayamos a lo importante de la cuestión, la puja. Comenzando por
Alexander, diremos que comenzó con una apuesta fuerte de 1.000 dólares y
alcanzó, la nada despreciable suma de 3.000 dólares, aunque esta última puja
fue anulada y, al final el mejor postor fue el que ofreció la cantidad de 2.600 dólares. Lo de Catarini, sin embargo es
otro cantar. Su puja comenzó muy baja, tan solo un dólar y acabó con una oferta
de 780.000 dólares realizada, por el japonés Natsu. Si, si querido blog, has
leído bien, 780.000 dólares, algo parecido a 600.000 euros. La pareja
“consumará” el acto a bordo de un avión que partirá de EEUU con destino a
Australia, durante las próximas semanas.
A mi entender, un poco caro este nuevo “derecho de pernada”, sobre
todo teniendo en cuenta las clausulas del contrato. A saber:
- Pasar un
examen médico y un control de policía
- No puede
besar a la virgen
- No puede
utilizar fetiches, juguetes u objetos eróticos ni cumplir fantasías sexuales
(ni siquiera un picardías o un tanga …)
- No esta
permitido que participe ninguna otra persona, salvo el postor (adiós al trio…)
- Prohibido utilizar
teléfono o cualquier medio de grabación y firma de acuerdo de no divulgación (adiós a la reunión poscoital con los
amiguetes…)
- Solo se
realizará sexo vaginal. No esta permitida la felación, se realizará con
preservativo y tendrá una duración máxima de una hora (y encima esto…)
Además, la empresa patrocinadora producirá un documental titulado
“Virgins wanted”, donde no exhibirá escenas íntimas y basará su trama en
entrevistas, antes y después del acto sexual
a Catarini y Alexander, y estos,
por su participación, recibirán otros 20.000 dólares. ¡Menudo negocio!, y todo
esto sin contar con publicidad derivada de la difusión de la noticia.
Otra parte interesante de esta historia, son
las declaraciones de Catarini. La muchacha ha dicho que pretende utilizar parte del dinero para financiar sus estudios de medicina en Argentina. El resto (alrededor del 90%) lo
destinará a la creación de “un proyecto que ayude a las familias pobres a tener
su propio hogar”, cosa que la honra. Pero todas sus declaraciones no son de
índole altruista y, entre
ellas, ha soltado las siguientes “perlas”: “Yo vi esto como un negocio. Tengo la
oportunidad de viajar, de ser parte de una película y recibo un bono con él”, "Si
sólo se hace una vez en su vida, entonces usted no es una prostituta, al igual
que si se toma una fotografía increíble no significa automáticamente que usted
es fotógrafo”, "La subasta es sólo un negocio, soy una chica romántica de
corazón y creo en el amor”. A estas declaraciones, yo quiero añadir mi propia
reflexión. Primero, alguien tendría que aclarar a esta muchacha, los conceptos
de negocio, sexo, amor y romanticismo, porque todos juntos en una misma
coctelera, yo personalmente, no los veo. Segundo, si bien es cierto que por una
vez que tomes una fotografía increíble no eres un fotógrafo profesional,
también es cierto que si matas una vez, automáticamente te conviertes en
asesino… Y por último, primero quiero
darle la razón y como he dicho antes: “¡Menudo negocio”!, hasta se me ha
ocurrido que, bien gestionado es una forma de resolver algunos de los problemas de nuestro país, porque no me
negarás, querido blog, que si por cada una de las vírgenes de nuestro país, se pagasen 600.000 euros por
romper su himen, esto bien organizado..., adiós a la crisis, a la
deuda financiera, a los rescates extranjeros y al Banco de España…
Lo dicho querido blog, no somos
nadie…
Recibe un cordial abrazo y hasta
la próxima reflexión.
Un lector.
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